lunes, 13 de agosto de 2007

Ex cura argentino de El Quisco habría cobrado a familias de víctimas

Christian Von Wernich fue acusado por familias de dos detenidos durante la última dictadura militar trasandina de haber pedido dinero para interceder ante los familiares. La periodista argentina Mona Moncalvillo atestiguó este lunes que su familia entregó una suma de dinero que le había pedido el sacerdote católico Christian Von Wernich para rescatar a su hermano, asesinado durante la dictadura militar (1976-1983). "Es muy siniestro, más pensando en que es un hombre de la Iglesia", dijo Moncalvillo al declarar en el juicio oral que desde comienzos del mes pasado se le sigue al ex capellán policial Von Wernich, de 68 años. El cura, quien estuvo prófugo en Chile e incluso ejerció como párroco de El Quisco, está acusado de siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de libertad. "Muchas familias que habían confiado en él por ser un hombre de la Iglesia han tenido que convivir con la angustia de verlo hacer declaraciones y aparecer en público como si fuera San Juan Bautista", se lamentó Moncalvillo. La periodista afirmó que su familia "le entregó una suma en dólares a Von Wernich" para que sacara del país a su hermano, Domingo Moncalvillo, secuestrado en diciembre de 1976 y luego asesinado. "Supuestamente, el dinero era para pagar el pasaje, documentos y ropa para que pudiera salir del país. Yo vi a mi hermano preso y me dijo que sus documentos estaban listos, pero nunca más supe de él", apuntó. "Lo que no se conseguía con la tortura, lo conseguía luego Von Wernich con el amiguismo", subrayó la periodista luego de afirmar que el ex capellán "fue manchado con sangre" de las víctimas "y luego felicitó a los ejecutores". Domingo Moncalvillo fue detenido y llevado a la Brigada de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires, la mayor fuerza de seguridad del país, junto a otros seis jóvenes que también fueron asesinados, según las actuaciones del proceso contra el ex capellán policial. La periodista mencionó al sacerdote como presunto partícipe de los homicidios de los siete jóvenes, a quienes se les prometió enviarlos al exilio pero fueron asesinados a balazos. Otra testigo, Adriana Idiart, también aseguró que Von Wernich "pidió dinero" para "sacar del país" a su hermana Cecilia, quien formaba parte del grupo de jóvenes asesinados. "El cura pidió dinero a mi madre para sacar a Cecilia del país y al acercarse la fecha del viaje pidió que le entregáramos ropa, pero nunca más vimos a mi hermana", apuntó Idiart. Las dos testigos citaron una declaración en la que el ex policía Julio Emmed denunció a la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) que Von Wernich estuvo presente en la ejecución de los jóvenes e, incluso, se manchó con la sangre de los prisioneros. Emmed atestiguó que el sacerdote "felicitó" a los policías que mataron a los jóvenes y les dijo que "lo habían hecho por la patria y por Dios y que Dios estaría muy agradecido por lo que habían llevado adelante", según los informes de la comisión que investigó los crímenes de la dictadura. El religioso no presencia las audiencias, pero permanece bajo custodia en el edificio donde se celebra el juicio por si hace falta que algún testigo lo identifique, como ocurrió en el caso de dos víctimas de la represión que lo reconocieron como el cura que concurría a sus celdas.

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