Carta publicada en La Nación, miércoles 21 de Mayo de 2008
Señor Director:
En el mundo político ha llamado la atención el análisis denominado “Alguien está equivocado” que realizó el experto electoral de la Unión Democrática Independiente (UDI) Andrés Tagle respecto de la inconveniencia del proyecto de ley para la inscripción automática de las personas en Chile, debido al universo de posibles votantes jóvenes que pudieran participar de los comicios.
Estos nuevos votantes, sugiere el estudio del militante gremialista, serían proclives a los sectores más progresistas o de izquierda, favoreciendo a las colectividades políticas que representan esas ideologías, siendo contraproducente para una colectividad como la UDI o RN y siendo además poco aconsejable apoyar una iniciativa con este cálculo de probabilidades.
Es necesario destacar que la juventud implica mucho más que la condición de un probable voto: representa más bien una condición social específica, distinta de la del niño y de la del adulto, que se caracteriza en nuestro país por el desequilibrio, porque el sujeto no puede ejercer las funciones del adulto para las que ya está capacitado; un desequilibrio que se agrava en Chile debido a la dificultad que existe para encontrar empleo y para acceder a los beneficios sociales (salud, educación y vivienda como mínimos), lo que constituye una condición indispensable, junto con la administración de los recursos, la autonomía personal y la constitución de un hogar propio, para emanciparse y acceder así a la condición social de adulto.
Los jóvenes chilenos se encuentran desencantados y poco felices, según lo muestra la amplia literatura respecto de sus inquietudes, sobre todo los estudios realizados por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv). En estas condiciones resulta difícil creer que la participación electoral de las personas entre 18 y 29 años de edad sea exuberante y no represente un número inferior incluso del estándar esperado de ese sector, que de manera histórica corresponde a sólo 13% de la probabilidad de ejercicio del voto.
Néstor Morales T., director ejecutivo del Observatorio de DDHH
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