Carta publicada en El Mercurio, Lunes 02 de Junio de 2008
Señor Director:
La decisión de la Presidenta de la República de impulsar durante los últimos meses de su gobierno la fallida agenda de derechos humanos es una respuesta favorable para realizar las profundas transformaciones que urgen en esta materia, clave para el desarrollo y reencuentro de las naciones. Ratificar al menos 12 tratados internacionales, además de crear una institucionalidad clara y definitiva sobre DD.HH., son elementos básicos que no pueden seguir dependiendo de los vaivenes en el Congreso. Revisar la desprolija y dispersa legislación y organismos que desarrollan esta temática en el Estado, así como ventilar con transparencia lo que se ha hecho y las inversiones comprometidas, sobre todo en identificación de víctimas, permitirá avanzar en la dirección adecuada. Las decisiones en DD.HH. que tomemos hoy contribuirán a defendernos y progresar hacia el futuro proyectando certeza jurídica y adhesión al desarrollo, que no es otra cosa que pasar de un statu quo frágil a condiciones de mayor humanidad, orden y seguridad. En definitiva, significa dar un gran paso desde la transición democrática hacia una sociedad abierta y de garantías para las personas.
Néstor Morales T.
Director ejecutivo Observatorio DD.HH.
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